Me llevo de esta historia tan solo trece miradas de tus ojos, cupieron en el bolsillo izquierdo de mi pantalón acomodadas cuidadosamente y son sufucientes para emprender un viaje sin retorno de este momento en nuestras vidas.
Debo contar sin embargo que había hecho algunos cambios en mi ruta para buscar ir en una misma dirección que tú y cuando llegue a un crucero decidiste ir para el otro lado, no supe que hacer, hacia donde ir, seguirte tal vez y entonces avance hacia donde ibas estabas varios metros adelante ya, observaste que te seguí y te detuviste, bajaste y pediste "de la manera más atenta" (notese mi sarcasmo) que no lo hicera...
Encendí mi nave y comencé a retroceder, te ví alejarte, comenzé a sentir que me hacia pequeño, casi inivisible, todas las imagenes del viae juntos desaparecieron en ese instante, en fracciones de segundo, inmediatamente encontré naves amigas me ofrecieron abrazos y muchas palabras de ánimo, una de ellas fué demasiado sincera y ayudo a que reaccionará más rápido, fuí sintiendome tamaño real otra vez, encendí mi nave y tome la misma dirección que había planeado con todo y cambios de ruta, ahora viajo solo sin esperar encontrar nada en el camino pero con un destino a donde llegar, sigo volteando a ver como vas y si estas junto a mí pero cada vez lo hago menos por que encuentro cosas interesantes enfrente que deje de ver (debo aclarar que lo hice con mucho gusto), disfruto del paisaje y cuando te extraño saco de mi bolsillo una mirada de las que guardo, apenas gaste dos y eso es una buena noticia, espero que a final del viaje me sobre aunque sea una para ponerla en un lugar especial de las memorias de mi travesia.
Gracias por todo, aún aparece en mi lista de reproducción Halo, admito que subo el volumen y se dibuja una agradable sonrisa en mi rostro cuando la escucho, siempre te agradeceré esa canción...